
La cosa es que, como regalo, me han preparado una ¡ultramegachupiguay sorprendente sorpresa! No, en serio. Y tengo miedo. A mis espaldas (Gabri domina el arte del "eventeo tuentiniano" como nadie), quedaron un día y cada uno puso una cantidad de dinero que desconozco. Y con la suma de todo ese dinero, me han pedido algo que, por cierto, ya está en casa de Lata. Aprovecho para agradecerte, Lata, todo esto. Sé que fuiste el precursor de la idea. Y gracias a todos, por supuesto. El jueves, en el partido, me darán ese regalo que, según dicen, me encantará. Y no creo que se equivoquen, me conocen ya de puta madre. Os mantendré informados ;)
(¿A quién? Si la mayoría de los que leen mi blog son mis amigos que conocen cual es la sorpresa. Alguien habrá ajeno a nuestra pandilla. Como tú. Sí, tú, sabes que me refiero a ti. Un besito, aunque no lo quieras)
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