sábado, 1 de enero de 2011

Año nuevo...

...misma vida. Pero con algunos cambios significativos. Porque, desde luego, si seguía como estaba, no pasaba la ITV. El motor está completamente atrofiado, funciona a trompicones. Tendré que comprar uno nuevo, que funcione con otro tipo de carburante. Más barato. La carrocería es lo que menos deteriorado está. Aunque, sin embargo, me gustaría hacerle algunos cambios. Pura estética. Lo más importante es, una vez lo haya arreglado todo y esté a punto la máquina, no coger por caminos de arena y piedra, y recorrer sólo caminos asfaltados y seguros. Y no volver a recorrer peligrosos callejones embarrados y sin luces. No volveré a coger el camino que llega a ti hasta que lo asfaltes, lo juro.
Comienzo el año con sensaciones contradictorias. No me sorprende, la verdad, mi vida siempre ha estado llena de contradicciones. Mi personalidad, sin ir más lejos, es una cadena de contradicciones.
Se puede decir que he pasado el peor año de mi vida. Al menos, a mis 18 años, sí. No voy a enumerar una a una todas las cosas que me han ocurrido, pero, digamos que ha sido un de cúmulo catastróficas desdichas (como la película), que me hundieron por completo. Pero aquí estoy, renacido y renovado. Con nuevas metas y propósitos y, sobre todo, con la cabeza alta. Propósitos:

- Estudiar, estudiar y estudiar. Comenzar a estudiar psicología por mi cuenta. Me hace falta centrarme ya en los estudios de una puta vez.
-Leer más. Ya he empezado.
-Hacer ejercicio. Pesas, correr. Ya empecé con las pesas hace unos días.
-Ayudar a mis padres en todo lo que necesiten.

Y no sé, más cosas, pero ni se me ocurren ahora mismo, ni tengo ganas de escribir.
Por cierto, pedazo de noche.

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