domingo, 2 de enero de 2011

Ejemplificaciones #1

A un niño, a los tres años, le compran un juguete. Inmediatamente, sin necesidad de jugar demasiado con él, se convierte en su juguete favorito. Lo lleva a todas partes e, incluso, con él duerme. Después de sus padres, es lo más importante en su vida. Pasan los años, y sus tíos le regalan un nuevo muñeco, con nueva tecnología, luces incorporadas y un diseño mas moderno y futurista. A pesar de que, el niño, siempre ha estado con su preciado juguete de tela, le tira más el juguete regalado por sus tíos. Sólo por su diseño y su funcionalidad, sus múltiples opciones y sus impresionantes efectos sonoros. Dentro de su corazón, sigue estando su antiguo muñeco de tela. Pero, éste, no le ofrece tanta diversión como el nuevo y supermegachupiguay juguete de sus tíos.
Un día, su hermana pequeña quiso jugar con el antiguo muñeco de tela. Los padres de los niños, lo veían lógico: el muñeco llevaba meses abandonado sobre la estantería del cuarto del niño, y estaba cogiendo polvo. Incluso su anticuado mecanismo de cuerda empezaba a atrofiarse. Inmediatamente, el niño, comenzó a patalear y a llorar desconsoladamente. Se negaba a cederle el muñeco a su hermana. Era su muñeco, por el que él sentía un gran amor, con el que había compartido muchos buenos momentos y el que hacía despertar en él una sensación de paz y tranqulidad que ningún otro objeto le aportaba. Así que, sus padres, no tuvieron más remedio que comprarle otro juguete a su hermana, y dejar el viejo muñeco de tela sobre la estantería. De vez en cuando, cada cinco o seis días, el niño echaba un vistazo a su muñeco, para asegurarse de que nadie lo cogiese. Era de su propiedad, aunque el muñeco se pudría en la estantería.

¿Qué pensáis? ¿Es amor y cobardía? ¿Amor y miedo? ¿O es egoísmo? ¿Es justo que el viejo muñeco de tela coja polvo en la estantería, cuando pudría estar disfrutando del amor y del cariño que otro niño o niña podría proporcionarle? ¿Es culpa del muñeco, estar en ese estado, por tener tan pocas funcionalidades, y no poder ofrecerle más que su amor y cariño al chico? ¿Es culpa del chico, el cual, cegado por el atractivo del nuevo y moderno juguete, olvida todo lo vivido con el viejo muñeco de tela? ¿Se comporta egoístamente?

1 comentario:

  1. Seguro que sabes la respuesta.
    Por si no coincide con la mía, aclaro que en mi opinión, el juguete tiene derecho a dar diversión a otra persona. Esta es su esencia, así que todo lo que ayude a que el juguete divierta a niños, contribuirá a su autorrealización. Y el muñeco será feliz, cosa que tendría que ser el objetivo del niño que tanto lo quiso.
    A veces tenemos que vaciar peceras en el río. Las etapas de la vida acaban necesariamente, y aunque es bueno recordarlas, tenemos que dejarlas pasar. De este modo, todos crecemos no en edad, sino en personalidad.
    Qué guay, ¿no?
    Un beso Yus!

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