A un niño, a los tres años, le compran un juguete. Inmediatamente, sin necesidad de jugar demasiado con él, se convierte en su juguete favorito. Lo lleva a todas partes e, incluso, con él duerme. Después de sus padres, es lo más importante en su vida. Pasan los años, y sus tíos le regalan un nuevo muñeco, con nueva tecnología, luces incorporadas y un diseño mas moderno y futurista. A pesar de que, el niño, siempre ha estado con su preciado juguete de tela, le tira más el juguete regalado por sus tíos. Sólo por su diseño y su funcionalidad, sus múltiples opciones y sus impresionantes efectos sonoros. Dentro de su corazón, sigue estando su antiguo muñeco de tela. Pero, éste, no le ofrece tanta diversión como el nuevo y supermegachupiguay juguete de sus tíos.
Un día, su hermana pequeña quiso jugar con el antiguo muñeco de tela. Los padres de los niños, lo veían lógico: el muñeco llevaba meses abandonado sobre la estantería del cuarto del niño, y estaba cogiendo polvo. Incluso su anticuado mecanismo de cuerda empezaba a atrofiarse. Inmediatamente, el niño, comenzó a patalear y a llorar desconsoladamente. Se negaba a cederle el muñeco a su hermana. Era su muñeco, por el que él sentía un gran amor, con el que había compartido muchos buenos momentos y el que hacía despertar en él una sensación de paz y tranqulidad que ningún otro objeto le aportaba. Así que, sus padres, no tuvieron más remedio que comprarle otro juguete a su hermana, y dejar el viejo muñeco de tela sobre la estantería. De vez en cuando, cada cinco o seis días, el niño echaba un vistazo a su muñeco, para asegurarse de que nadie lo cogiese. Era de su propiedad, aunque el muñeco se pudría en la estantería.
¿Qué pensáis? ¿Es amor y cobardía? ¿Amor y miedo? ¿O es egoísmo? ¿Es justo que el viejo muñeco de tela coja polvo en la estantería, cuando pudría estar disfrutando del amor y del cariño que otro niño o niña podría proporcionarle? ¿Es culpa del muñeco, estar en ese estado, por tener tan pocas funcionalidades, y no poder ofrecerle más que su amor y cariño al chico? ¿Es culpa del chico, el cual, cegado por el atractivo del nuevo y moderno juguete, olvida todo lo vivido con el viejo muñeco de tela? ¿Se comporta egoístamente?
Seguro que sabes la respuesta.
ResponderEliminarPor si no coincide con la mía, aclaro que en mi opinión, el juguete tiene derecho a dar diversión a otra persona. Esta es su esencia, así que todo lo que ayude a que el juguete divierta a niños, contribuirá a su autorrealización. Y el muñeco será feliz, cosa que tendría que ser el objetivo del niño que tanto lo quiso.
A veces tenemos que vaciar peceras en el río. Las etapas de la vida acaban necesariamente, y aunque es bueno recordarlas, tenemos que dejarlas pasar. De este modo, todos crecemos no en edad, sino en personalidad.
Qué guay, ¿no?
Un beso Yus!