jueves, 4 de noviembre de 2010

Pequeña California.

Esta entrada es, simplemente, un homenaje a Pequeña California. Como podéis ver en la foto, no es más que un descampado con un pozo o depósito de agua.
Hubo un verano en nuestras vidas, en el que no hacíamos otra cosa que comprar un paquete de patatas, dos litronas, un paquete de Camel, y nos íbamos a este lugar. Con el puntito de la cerveza, a las 12 de la mañana, a las 5 de la tarde, a las 10 de la noche, soñábamos con huir algún día de esta, nuestra tierra, hacia algún lugar donde nos latiese el corazón con fuerza, algún lugar como América. Algun lugar como California. De ahí el nombre de "Pequeña California". Guardo muy buenos recuerdos de ese lugar, dejado de la mano de Dios, perdido en algún lugar de la Jara (la cual siempre tuvo algo mágico para nosotros). Allí aprendimos mucho de nosotros mismos, nos abrimos totalmente y crecimos espiritualmente. Siempre recordaré este, nuestro escondite. Algún día volveré a soñar en Pequeña California.

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